Y fue así como millones de años
esperaron para que nos uniéramos
como dos rectas perpendiculares,
todo ese tiempo fue para construir
en nubes de algodón
nuestras quimeras de amor,
en la espera de un momento perfecto,
y como polinización de nuestro encuentro
fuiste la abeja que mil veces
probaba y probaba intentos
con resultados fallidos,
hasta que el aroma de mi flor
despertó en ti la gema del amor,
flor que esperaba
con derroche de ansias y anhelos
por emprender el más hermoso
camino de amor verdadero.
Y unidos al unísono,
y en un mismo arpegio
tocamos los acordes
de las notas de este amor
que hoy son historia
en nuestra existencia…
yo en ti, y tu en mi!
Qué mejor esencia?
Autora: Marcela Villalobos B
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